EL ABISMO DE GOODISON PARK
¿Recuerdan a Theodem replegándose con toda su gente? El rey seguramente tuvo una dura decisión pues era apostar todo a defenderse pues sabía que sin los Rohirims no tenía fuerza de ataque ni cómo contestar un embate directo. Esa escena y esa batalla del Señor de los Anillos me parece la más épica que he visto en el cine. Llevar a su gente a una muerte segura, pero con una pequeña posibilidad de éxito fue una de las decisiones más audaces que hayamos visto en la saga del Señor de los Anillos. Agolparse en el abismo de Helms y apostar todo a su defensa fue el primero de los golpes que tuvo que recibir Sauron para entender que la era del hombre no había terminado.
Hoy, a menos de un kilómetro de una de las capitales más importantes del futbol británico, está una pequeña capilla que ha sido desestimada por el tiempo y que, al igual que el reino de los caballos, ve con añoranza sus mejores días. Hoy un rejuvenecido rey ha apostado todo a defender a su pueblo, pues sabe que no tiene la capacidad de responder en un combate frontal. Todo esto con todo el riesgo que implica recibir un golpe inesperado del cual será difícil sobreponerse.
Sumidos bajo la sombra de los últimos años, casí al borde del descenso el año pasado y lejos de los reflectores de Anfield, existe un club con 144 años de historia, el cual perteneció al Big Five cuando la Premier League fue creada. Hoy es relegado a ser uno de los participantes y no de los protagonistas de la competencia. Obviamente nos referimos a Everton, el cual podría ser uno de los clubes con mayor tradición, más tiempo en la máxima categoría y que, de a poco y de manera muy sufrida, parece ir saliendo adelante.
Y es que, hasta hace dos años, cuando pensábamos en este club, su referente inmediato era Dominic Calvert-Lewin, el ariete que ya sea levantándose por los aires con un remate sacado de la chistera, o una jugada bien culminada, solía dar la cara y ser la esperanza de toda la afición que suele abarrotar el Goodison Park. Hoy la historia es otra, el tremendo delantero lleva prácticamente un año sin actividad, su segundo activo más importante y socio ha sido vendido (Richarlison, el mismo que les salvó de la quema el año pasado).
Aunado a lo anterior, la lesión del central colombiano Mina complicó más el panorama a inicio de temporada. El recién llegado Tarkowski estaba solo y la directiva tuvo a bien contratar a otro defensa que no sólo tiene oficio, sino que sabe lo que es ser parte de un equipo que basa su potencial en la zona baja. Conor Coady llegó y prácticamente se calzó los botines y entró a la cancha como cualquiera de nosotros un domingo donde el cuadro no se completa.
Hoy este equipo que tenía todo en contra, no pierde desde la fecha 3 y, cuando hacemos un análisis puntual, esto no es caualidad. La fecha uno la pierde por la mínima ante un Chelsea de Tuchel que iniciaba su ocaso. Segundo encuentro y reciben dos goles (la mayor cantidad de anotaciones recibidas en lo que va de la campaña). Desde ese momento, los Toffees suman 6 encuentros sin derrota, 3 arcos y mismo número de goles en la temporada.
Estos números lo ponen como una de las mejores defensas de la temporada, sólo por debajo de Brighton y empatado con el City y el acérrimo rival Liverpool, con la diferencia de que estos dos últimos rivales no han enfrentado a ningún rival del Big Six, mientras que los Toffees ya lo hicieron con dos de ellos.
Posiblemente el órden de Tarkowski y Coady, sumado a la experiencia de Pickford y compañía, están dando una nueva forma de sobrevivir al equipo de Goodison Park. El día de hoy son un equipo que en los últimos 4 promedian 0.5 goles en contra por encuentro, lo cual no lo tiene prácticamente nadie en toda la liga.
La mejor prueba para Everton vendrá en los siguientes juegos, donde de aquí hasta la jornada 16, enfrentan a United, Spurs, Newcastle, Fulham y Leicester, todos equipos de buenos argumentos al ataque. Pero la pregunta es ¿Qué acaso no eran buenos rivales Chelsea, Brentford, Leeds o Liverpool? La apuesta está ahí; creo que son un serio candidato en la zona baja de nuestros equipos, con activos a buen costo, no para cimentar la defensa de nuestros clubes, pero sí para darnos muchas buenas actuaciones.
Si Everton logra soportar este vendaval, quizá podrá ver a sus jinetes con sus lanzas y sus caballos al amanecer del quinto día. Todos éstos comandados por su propio Eomer y todos dispuestos a ganar una importante batalla: la consolidación de un proyecto que empezó de manera compleja y que, de a poco, parece que va madurando para bien de las manos de su hoy rejuvenecido Lampard.